LO QUE PIENSAS DETERMINA LO QUE SIENTES

Generalmente creemos que cuando nos sentimos mal o bien, esa sensación o sentimiento nos llega por arte de magia o que viene determinada por la realidad que nos rodea y se nos impone. Creemos que si nos pasa algo bueno nos sentimos bien, y si nos pasa algo malo entonces no queda más remedio que sentirnos mal. Por lo tanto, al pensar que es algo externo tenemos poco control sobre ello y ninguna posibilidad de cambiarlo.

Esto es un error. La realidad externa no determina nuestro estado de ánimo, es, lo que pensamos sobre ella, lo que determina el estado de ánimo para enfrentar la realidad.

La realidad no la puedes cambiar, lo que piensas sobre ella sí.

Muchos pensareis: "Eso no es verdad, yo me siento mal y no estoy pensando nada". Pues sencillamente no puede ser. Primero porque siempre estamos pensando algo aunque no seamos consciente de ello y segundo porque es imposible tener una emoción si no ha cruzado ningún pensamiento por la mente.

Lo que ocurre en la mayoría de las situaciones, es que esos pensamientos que pasan por la mente son pensamientos automatizados, es decir, muy rápidos y automáticos y no somos conscientes de ellos. Todos los pensamientos que suceden muchas veces se automatizan, de la misma forma que automatizas como conducir un coche, si tuvieramos que ser conscientes de cada pensamiento que precede a un movimiento al conducir tendríamos que hacerlo a velocidad de crucero.

Veamos un ejemplo: Imaginar que alguien os está apuntando con un objeto. Dependiendo del tipo de objeto con que os apunten tendremos una emoción u otra, pero no por el objeto sino por lo que pensamos sobre el. Imaginemos que el objeto con el que nos apuntan es una pistola, ¿qué es lo lógico sentir? pues miedo... ¿por qué? porque lo primero que se pasa por la cabeza aunque no seamos consciente de eso, es que una pistola es peligrosa, que nos puende matar etc... y la emoción será el miedo. Imaginemos que el objeto con el que nos apuntan es un bolígrafo, ¿sentiriamos miedo? pues no... porque generalmente pensaríamos cualquier cosa menos que es peligroso...

Primero, percibimos la realidad, segundo, pensamos algo sobre ella, y tercero se nos crea un  una emoción.

Y esto, ¿cómo nos afecta a nuestra vida cotidiana? pues cuando esos pensamientos automáticos (veloces como el viento) que atraviesan nuestra mente, los hemos almacenado de forma ilógica o llenos de distorsiones cognitivas,  llegamos a conclusiones equivocadas con pensamientos negativos que deterioran nuestro estado de ánimo.

Pero claro, el ejemplo de la pistola no es muy representativo de nuestra vida, así que pongamos otro, mucho más cotidiano. Supongamos una persona que durante un periodo de su vida (sean horas, dias o meses) se encuentra sola y se siente muy triste y deprimida. Probablemente para llegar ahí, ha tenido que partir de un pensamiento ilógico, como por ejemplo:

Si estoy sola/o es que nadie me quiere

Si nadie me quiere estaré sola/o toda la vida

Si estoy sola/o estaré sola/o toda la vida.

Claro, pensar esto... sí es para deprimirse. Pero ¿que tiene de lógico y razonable este pensamiento? Pues la verdad... nada.

¿Es cierto que estar sola o solo significa que no te quieren? Pues no, puedes estar solo/a si no hay nadie disponible, la gente está de vacaciones, tu has elegido estar una temporada sola/o por razones personales, has roto con tu pareja,etc. ¿pero eso significa que nadie te quiera? pues claro que no... Si partes de premisas equivocadas llegarás a conclusiones ilógicas.

Además dicho pensamiento está lleno de DISTORSIONES COGNITIVAS. Esto significa que tu pensamiento está distorsionando la realidad. En este caso concreto, existen varias distorsiones, por ejemplo el error del adivino. ¿Es que somos Raphel para saber si vamos a estar solos el resto de la vida? Yo siempre digo que si hay alguien en estas circunstancias, que adivina el futuro, por favor que me pase los números de la primitiva de la semana, que siempre viene muy bien.

Además, hay otras distorsiones como el todo o nada. ¿Seguro que nadie te quiere?, pero...¿nadie, nadie? ¿ni tu madre, ni tus hermanos, ni un primo...? Seguro que si nos paramos a pensar, hay alguien que se ha preocupado por nosotros y nos ha demostrado afecto.

Pero es que estrujando lo estrujable, hay más distorsiones, posiblemente, esta persona que está tan triste por sentirse solo/a ha recibido llamadas, invitaciones para hacer visitas, ir a fiestas, etc, incluso de gente que pueda tener algún interés especial en ella o él, pero ante el pensamiento de que nadie le quiere y siempre va a estar solo, ha desechado esta parte de la información de la realidad, esto se llama descalificación de lo positivo.

En la próxima entrada veremos las 10 distorsiones cognitivas más frecuentes y alguna estrategia para eliminarlas.