HAZTE CARGO DE TI MISMO/A Y DE TU VIDA.

La esencia de la grandeza radica en la capacidad de optar por la propia realización personal en circunstancias en las que otras personas optan por la locura. (W. Dyer).

Generalmente vivimos como si tuviéramos tiempo ilimitado para todo y algunas veces como si tuviéramos la oportunidad de tener una segunda vida para hacer lo que tengamos pendiente o arreglar lo que hayamos hecho mal en la actual. Postergamos cambiar de trabajo, cambiar de pareja o tener una, etc, diciendo "puedo aguantar un poco más en la situación actual, ya lo haré más adelante...". Sin embargo lo cierto es que no tenemos más que una vida para disfrutarla y que siempre nos acompaña la posibilidad de nuestra propia muerte.
Podemos pensar en esto de forma negativa y agobiarnos, o hacerlo de forma positiva y sacarle partido a nuestra vida. Cuando tengas que tomar una decisión importante de carácter personal sobre tu vida, pregúntate lo siguiente ¿cuánto tiempo estaré muerto? ¿merece la pena que desperdicie mi corta vida haciendo lo que otros quieren? ¿preocupándome o con temores? ¿sintiendome culpable o con miedo?. Tu estancia en la vida es tan corta, que al menos debería ser agradable. Deja las preocupaciones y los temores para aquellos que van a vivir siempre (o lo creen así). Tu solo tienes esta vida y es breve, así que puedes permitirte hacer con ella lo que tu quieras.

La verdadera inteligencia, en contra de cualquier esnobismo intelectual, radica en ser feliz, viviendo cada momento y aprovechando al máximo tus posibilidades. El barómetro de la inteligencia es una vida feliz y efectiva vivida cada día y en cada momento. Todos tenemos los mismos problemas y circunstancias difíciles: desacuerdos, conflictos, separaciones, problemas de dinero, vejez, enfermedades, muertes, etc. Los problemas forman parte de la vida, sino tuvieramos problemas no habríamos empezado a vivir. Pero mientras unas personas logran evitar el desaliento y la infelicidad ante estos, otros optan por desplomarse o inmovilizarse. Los seres humanos que optan por no medir la felicidad por la ausencia de problemas son los más inteligentes y también los más difíciles de encontrar.

Aprender a hacerse cargo de uno mismo implica un proceso mental innovador: decidir sentir emocionalmente lo que elijas sentir en cualquier momento de tu vida. Los sentimientos no son simples emociones que te suceden, sino reacciones que tu eliges tener.
Todo sentimiento y emoción está precedido de un pensamiento. Por tanto, si puedes controlar tus pensamientos, también podrás controlar sus sentimientos y emociones. (Ver http://psicologialolacidoncha.blogspot.com/2011/04/lo-que-piensas-determina-lo-que-sientes.html y http://psicologialolacidoncha.blogspot.com/2011/04/las-distorsiones-cognitivas-sientes-lo.html ).

No es fácil cambiar el modo de pensar porque durante mucho tiempo has tenido el hábito de pensar de determinada manera, por lo tanto hay que trabajar en ello. En realidad ser feliz es fácil, lo complicado es aprender a no ser desgraciado. Hacerse cargo de uno mismo empieza por tener conciencia de uno mismo, de lo que piensa y de lo que dice y sigue por asumir la responsabilidad de tus propios sentimientos. Así, por ejemplo, cuando digas "me has ofendido", tendrás que cambiarlo por "me he sentido ofendido por lo que has dicho". De esta forma aprenderás a ser consciente de tu responsabilidad en lo que sientes, y podrás preguntarte si tienes motivo para sentirte ofendido y lo que es más, si te sirve para algo.
Piensa que todo aprendizaje requiere un esfuerzo. Tu adquiriste tu forma de pensar a fuerza de repetirla una y otra vez. Te sientes frustrado, angustiado, herido y desgraciado de forma automática porque así aprendiste a pensar hace tiempo. Has aceptado esto y no te has molestado en revisarlo y cambiarlo, pero puedes aprender a no sentirte así de la misma manera que aprendiste el otro comportamiento.
De ti y de las elecciones que hagas depende que las experiencias de tu vida sean estimulantes y agradables.


Comentarios

Entradas populares de este blog

DEPENDENCIA EMOCIONAL Y RELACIONES TÓXICAS

EL DEPENDIENTE EMOCIONAL DOMINANTE O AMBIVALENTE.