¿Miedo al Compromiso o Dependencia Emocional Oscilante?

El miedo al compromiso, está relacionado en numerosas ocasiones con un tipo de dependencia que tiene connotaciones diferentes de la típica o estándar a la que nos hemos referido en otro de los artículos.

No todo el mundo que tiene miedo al compromiso, necesariamente padece  dependencia emocional, en algunos casos se puede deber a malas experiencias pasadas. Aunque en estas situaciones, el miedo al compromiso no se extiende a lo largo de toda la vida.

En el caso de los dependientes emocionales oscilantes, el miedo al compromiso forma parte de su historia de vida, y como en el resto de los dependientes hay una  sucesión de parejas o escarceos amorosos continuos.
Estas personas no parecen dependientes a simple vista. Entienden que tener pareja es una una pérdida de libertad y una esclavitud, sin embargo no cesan de iniciar relaciones pero sin involucrarse voluntariamente en las mismas.

Cuando comienzan sus relaciones se comportan como típicos dependientes, necesitan un constante acceso a la pareja tanto con de forma física como a través de llamadas, mensajes...están constantemente pendientes y necesitan estar presentes a todas horas en la vida de su pareja. Eso les garantiza que todo va bien y que tiene la atención y el afecto de esta.

Sin embargo a medida que la relación progresa, y está más seguro de ella, comenzará a recular y dirá cosas como "no se si siento algo por ti", " solo somos amigos", "no se si soy capaz de querer", "no somos pareja", etc. Si decide presentar a su pareja en el entorno lo hará como una amiga y en el caso más absurdo la esconderá como si se avergonzara de ella.

Si la cosa se pone fea y ve peligrar la relación, añadirá a la cal una palada de arena y dirá cosas como "tengo muchas ganas de verte", "eres especial para mi", "estoy muy a gusto contigo", "no me gustaría perder la relación contigo", etc. En muchos casos se comportará con ella como si realmente sintiera algo, quedará constantemente, se instalará en casa durante días, la llevará al trabajo, desayunarán juntos antes de ir al trabajo, etc, 

Dirá y hará cualquier cosa que ponga al otro en continua incertidumbre, que lo lleve al borde del precipicio, que no se pueda sentir asentado en la relación, pero manteniendo una esperanza para que no lo abandone. Esta estrategia consciente y pensada tiene la intención de desconcertar al otro y hacerle pensar que la relación se va reconduciendo por buen camino, de forma que el dependiente oscilante pueda conseguir sus objetivos: mantener la relación para satisfacer sus necesidades afectivas y mantener su libertad y egoísmo.

Si la pareja decide de forma contundente y firme abandonar la relación, el dependiente oscilante, entrará en una crisis de ansiedad (lo cual es incongruente con que la pareja tuviera tan poca importancia) y en la mayoría de los casos intentará retomarla, restablecerá el contacto y jurará que las cosas van a cambiar, incluso puede que le pida noviazgo de rodillas, le dirá que no quiere perderle, etc. Si la otra parte acepta retomar la relación, en cuanto vuelva a sentirse seguro en ella, el ciclo comenzará de nuevo.

Estos individuos mantienen un papel de privilegio y superioridad en la relación a consecuencia de la ambigüedad y la incertidumbre que crean en su pareja. Se sienten importantes ya que consiguen estar con alguien y entrar y salir de la pareja cuando quieren, obteniendo placer al dominar al otro, lo que aumenta su autoestima de forma artificial. Como buen dependiente no tiene una autoestima sana, y necesita de ese suministro externo. 

Con frecuencia ,tienen rasgos narcisistas, se siente superiores al resto, puede que digan cosas como "yo soy una persona especial", "soy una persona que crea adicción", etc,  pero tienen poca o ninguna relevancia en ningún área (social, laboral, cultural, económica...) lo que les genera bastante frustración y resentimiento. Por esto, una de sus motivaciones principales es hacer daño psicológico y emocional a su pareja para sentirse superior a ella.

Estos dependientes a veces eligen parejas que están casadas o no disponibles, esto les garantiza tener una relación con el impedimento necesario para sentirse a salvo y tener un referente amoroso permanente. Sin embargo, es posible que en estos casos el reto que se planteen sea romper el matrimonio de su amante, como prueba de su poder o importancia para la otra persona, ya que raramente van a poder mantener una relación sana con ella después de su ruptura matrimonial.

Las parejas que suelen elegir los dependientes oscilantes son dependientes emocionales típicas, y entre mayor sea el grado de sumisión de estas, mejor, ya que mejor se ajustarán a la consecución de sus intereses. 

Para una persona con dependencia estándar la relación con alguien con miedo al compromiso de la guisa que se ha explicado, puede ser devastador, ya que este ir y venir y los cambios que produce en la relación aumenta la necesidad afectiva y el enganche y merma la autoestima más si cabe. 

Son relaciones muy destructivas. Por lo tanto una vez que se ha dado como máximo un par de oportunidades, si el dependiente oscilante o miedoso al compromiso, sigue comportandose igual, conviene romper la relación definitivamente y de forma firme.

Comentarios

  1. las personas no somos etiquetas.

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  2. No claro que no, Jos, las etiquetas son adjetivos que definen como en este caso determinados comportamientos que indican que algo no está funcionando bien cuando te impide ser feliz y conseguir tus objetivos

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